COSTA RICA LIMPIA
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La posición tica en las negociaciones climáticas en 2015 debe integrar las prioridades ciudadanas

Por Mónica Araya*

Las negociaciones de clima no salvarán el planeta pero sí imponen una disciplina a los gobiernos ya que éstos se han propuesto negociar un acuerdo climático en París en 2015.  ¿Qué implicaciones tiene para Costa Rica? Un compromiso nacional en materia de transporte limpio conectaría lo ciudadano y climático y sería una base concreta para un compromiso-país de reducción de emisiones de cara a París.

El sentir ciudadano a favor de la calidad de vida debe ser integrado en la agenda climática costarricense. Cada vez más familias quieren que sus niños crezcan con aire limpio y pulmones sanos. Son cada vez más las personas, sobretodo jóvenes, que insisten en ciudades con espacios verdes y aptas para bicicletas. Cada vez más costarricenses sueñan con una Costa Rica libre de presas y humo. Una nueva psicología ciudadana también se manifiesta en el campo de la energía: una vez que los costarricenses descubren que podrían generar su propia electricidad y con fuentes limpias el instinto es de apoyar la idea. Además, una reciente encuesta del PNUD en Costa Rica indica que para los ticos el cambio climático es real y les preocupa. Y no estamos solos: en el mundo más de 2.2 millones de personas han firmado una petición del grupo ciudadano Avaaz para apoyar una transición a la energía limpia al cien por ciento.

La gran pregunta ya no es si existe o no el cambio climático – existe y el consenso científico es categórico-. Este pasado 2 de noviembre los científicos expertos en cambio climático anunciaron al mundo un sólido consenso en su más reciente informe sobre la realidad del cambio climático. Más bien la pregunta es cómo enfrentar el reto cambio climático y por qué empezar desde ya.

Las negociaciones de clima no salvarán el planeta pero sí imponen una disciplina a los gobiernos ya que éstos se han propuesto negociar un acuerdo climático en París en 2015. El borrador del texto para ser negociado por los gobiernos en el 2015 fue acordado en la madrugada del 14 de diciembre pasado en Lima.
Un pilar del acuerdo de París será la reducción en emisiones que cada gobierno determinará en casa. Estas contribuciones nacionales (o “INDCs” por sus siglas en inglés) estarían sujetas a la evaluación externa para así monitorear el avance en la práctica.

Lima fue una negociación monitoreada por ciudadanos y empresas, por periodistas y activistas. Más de 15.000 personas participamos de innumerables actividades – aunque casi todas desconectadas de las negociaciones de los gobiernos-. Lo positivo es que respiraba un momentum climático latinoamericano quizás en respuesta a la mayor conciencia de nuestra vulnerabilidad climática. Sin embargo, estas negociaciones aún existen en un universo paralelo que está desconectarlo de la vida ciudadana y empresarial.

Traducir “París 2015” al lenguaje ciudadano.

Hay que traducir el significado del “Acuerdo de París 2015” para los costarricenses. Hay que explicar porqué no se trata de salvar el clima a través de un solo tratado. Así no funciona el mundo – ni la política. La negociación más bien ofrece una valiosa oportunidad para que en cada país integremos las prioridades ciudadanas y de desarrollo limpio en los compromisos climáticos que llevarán los gobiernos a París en el 2015 y que serán implementados en el 2020.

Las negociaciones climáticas de 2015 ofrecen una valiosa oportunidad para que en nuestro país integremos las prioridades ciudadanas en los compromisos  que llevarán el gobiernos a París en diciembre y que serán implementados a partir de 2020.

Propongo pasos básicos a seguir en Costa Rica a partir de enero 2015:

Traducción:

Se deben explicar los resultados de la sesión de Lima (COP20) y “traducir” los resultados a un lenguaje no-técnico. ¿Qué se logró y qué posición tuvo Costa Rica?

Coloquios ciudadanos y empresariales:

A partir de enero, el Gobierno debe explicar elementos de la posición nacional de cara al acuerdo de París 2015.

Publicación en línea:

Se deberá publicar en línea la posición nacional antes de las sesiones de negociación en 2015 y la composición de la delegación. Se deben difundir las posiciones del bloque con el que negociamos (ver www.ailac.org)

Opinión pública:

El Ministerio de Ambiente y Energía y el Ministerio de Relaciones Exteriores deberán también crear condiciones favorables en la opinión pública para la adopción de compromisos nacionales de cara al acuerdo climático de París en 2015.  Estos compromisos deberán recibir apoyo fuera del gobierno.

Consultas pública a lo largo de 2015:

Antes de marzo 2015 se debe dar a conocer públicamente posibles prioridades de mitigación y adaptación para a ser llevadas a París 2015. No deben ser consultas sueltas sino parte de un proceso sistemático y claro para las partes involucradas.

Opciones de compromisos climáticos en Chile

Ejemplo de las opciones presentadas por el Gobierno de Chile para el debate público. (Fuente: Ministerio de Ambiente de Chile)

El 17 de diciembre anterior Chile lanzó un innovador proceso de consulta: el gobierno socializó un menú de opciones de reducción de emisiones. Se especifican plazos, ventajas y desventajas a través de la medición de impactos en el PIB y en empleo. Se escuchará la reacción ciudadana, del empresariado, del senado y congreso. El proceso durará 105 días y se incluyen las provincias. Brasil y México también empezaron sus procesos de consulta. En Costa Rica estamos atrasados, así que en 2015 no hay tiempo que perder. Los países deben anunciar sus compromisos en marzo 2015.

Un punto de inflexión

En Costa Rica hay dos temas estructurales no resueltos. ¿Cómo desarrollarnos y simultáneamente decrecer nuestra dependencia del petróleo? Sólo esto bajaría las emisiones de carbono las cuales van en aumento y en su mayoría vienen del transporte (esto quedó demostrado en el inventario de emisiones de Costa Rica publicado en noviembre 2014) ¿Cómo ordenar el territorio nacional e invertir en infraestructura – urbana, portuaria, hotelera, social, agrícola– que haga frente a los impactos climáticos? Esto nos permitiría hacer una mejor gestión de riesgos y de los impactos proyectados para Centroamérica.

De cara a París 2015 hay que tomar primeros pasos y sentar precedentes. La agenda de transporte conectaría lo ciudadano y climático. Inversiones públicas y privadas en el transporte limpio podrían ser la base más concreta para un compromiso-país de reducción de emisiones de cara a París. Esto podría mejorar la calidad del aire, reducir presas y disminuir la combustión de hidrocarburos. El Presidente Solís anunció en la Cumbre del Clima en Nueva York que la inversión en un tren metropolitano sería uno de los pilares de la agenda de la carbono neutralidad y el mundo no olvidará esta promesa.  Ahora hay que fortalecer esa idea con números, plazos y porcentajes, y abrirla a consulta pública. Si Chile, México y Brasil lo pueden hacer con economías y poblaciones más grandes ¿por qué nosotros no lo lograríamos?

* Economista, Fundadora y Directora de Nivela y Costa Rica Limpia.

Este artículo fue publicado en Diario Extra el 6 de enero, 2015.